Viajar, viajar siempre,
no ser de ningún sitio
ni de ningún lugar,
sin vínculos de ningún tipo y
evadirme así de todo.
Vivir dentro de un mundo
imaginario donde olvidarme de la difícil
y dura realidad.
Y volar, volar como un pájaro,
marchando muy lejos
más lejos de más allá,
hasta que agotado,
cuando las alas dijeran basta,
dejarme caer en un abismo profundo infinito.
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